Sancal es una empresa 100% familiar.
Sancal es la familia Castaño-Carpena. Santiago, Pepe, Antonio y Elena son los cuatro únicos accionistas. Además de Concha, Luisa y Mónica (las esposas de tres de ellos), cinco miembros de la segunda generación ya se han incorporado a este ilusionante proyecto.
¡Pero veamos cómo comenzó todo!
Un joven y humilde campesino en la corte de Luis XVI
Cuando le recordamos la fecha, Santiago se sorprende y comenta: “parece mentira que hayan pasado 40 años desde que empecé a trabajar por mi cuenta”. Pese a su sorpresa, así es, tras cuatro décadas de plena dedicación, la aventura de un muchacho con más valentía y capacidad de observación que formación se ha consolidado como el primer referente de diseño tapizado del país.
Tenía 20 años cuando comprendió que su camino era ser su propio jefe. En un desvencijado garaje, con algo de experiencia y mucha más determinación, Santiago montó un taller de tapicería cuyo único producto eran unas butacas clásicas, de estilo Maria Antonieta, para un único cliente en Galicia. “Por entonces yo era un hombre orquesta: realizaba planos y plantillas, cortaba, cosía, tapizaba y visitaba a proveedores y clientes”. La calidad de las butacas cautivó al comprador y pronto tuvo que incrementar la plantilla. Fue entonces cuando Pepe y Concha se unieron al proyecto y juntos convirtieron Sancal en la empresa familiar que es hoy.
María Antonieta en un retrato realizado por Martin van Meytens en 1768.
Módulos y democracia
Hartos de flecos, hilo de oro y capitoné e influenciados por sus primeros viajes a Milán, dan un giro radical al catálogo. La renovación de la colección coincide con un periodo de apertura irrepetible en la historia de España. La apuesta por diseños funcionales y flexibles, que debían encajar en cualquier hogar, responde de algún modo a la necesidad de democracia que se respiraba en el ambiente.
El producto estrella de esta época fue el modelo 33, un diseño modular que permitía componer un número infinito de composiciones. Así se consolidó Sancal Tapizado Modular. Dejaron atrás el garaje y se trasladaron a una pequeña nave en el paraje de Las Balsillas que compartían con las cabras y gallinas del corral familiar. La empresa creció y fue ganando reconocimiento poco a poco. En esta fábrica primigenia se iniciaron los otros dos accionistas, primero Elena y después Antonio.
Santiago y Concha celebrando su boda en Las Balsillas junto a los padres de él y sus hermanos Pepe, Elena y Antonio.
Una empresa asentada
Vinieron tiempos menos felices, pero tras algunos años de penurias la empresa salió fortalecida. La década de los 90’ fue clave, pues en este momento Sancal se abrió a colaboraciones externas con diseñadores industriales e interioristas. Diseños de Miguel Milá o Gemma Bernal compartían catálogo con los diseños más comerciales de Santiago y de Florian Moreno; la dirección artística corría a cargo de Daniel Abate. Coincidiendo con esta apertura, Sancal comenzó a exportar.
La llegada del nuevo milenio vino acompañada de nuevas y fructíferas decisiones en materia de diseño: las nuevas instalaciones en el polígono de La Herrada fueron diseñadas por el estudio de arquitectura OF; Javier Peña se convirtió en el nuevo director artístico; y Santiago pone en marcha un departamento de Producto e Imagen propio, con Rafa García y Juan Ibañez como diseñadores de producto y gráfico respectivamente, al tiempo que continúa colaborando con diseñadores externos entre los que cabe destacar a Quim Larrea, Ricard Ferrer, La Cubitera y Ximo Roca.
Butaca Letargo diseñada por Miguel Milá frente al Mar Menor. La fotografía es de Juan de la Cruz y la escenografía de Javier Peña.
Diseño o nada
Tras las incorporaciones de los tres hijos de Pepe (Sergio, Sandra y Antonio Javier), en 2007 la hija mayor de Santiago se incorpora a la dirección de la empresa. Esther recoge el testigo de la dirección artística y refunda la estrategia haciendo del diseño la misión fundamental de la empresa. Toyo Ito, Karim Rashid, Nadadora, Estudihac, Luis Eslava, Ionna Vautrin, Sebastian Herkner entre otros, son sus apuestas personales, aunque sin duda, su mejor decisión es haber reclutado a su hermana Elena para que la asesore en temas creativos puesto que su formación en Bellas Artes aporta una visión menos encorsetada. Juntas disfrutan del diseño de forma transversal.
Su último proyecto es convertir Sancal en un destino atractivo para profesionales del diseño. Además de visitar el antiguo showroom, a partir de ahora también será posible realizar un tour por la fábrica y disfrutar del producto expuesto en su entorno, frente a impresionantes murales creados para celebrar el 40 cumpleaños de la marca. “Pensamos que la mejor manera de celebrar el paso del tiempo es dejando huella de ello en los muros, además de regalar un poco de arte al equipo humano que día a día hace posible nuestros maravillosos diseños”, explica Elena.
Foto de “familia” durante la feria de Milán. De izquierda a derecha: Juan Ibañez, Elena Castaño-López, José Manuel Ferrero de Estudihac, Ionna Vautrin, Esther Castaño-López, Sebastian Herkner, Pedro Ochando, Isaac Piñeiro y Cristian Alonso de Nadadora y Rafa García.
La revolución continuará…
A pesar de tan “aristocrático” comienzo, Sancal es una empresa sencilla y cercana; dedicada a todas aquellas personas que, durante los últimos 40 años, han hecho posible que hoy podamos continuar diseñando el futuro.