¿Cómo decorar con color rosa?
A menudo considerado exclusivamente femenino, el rosa es una interesante alternativa cuando se trata de decorar. Y aunque muchas de nosotras hemos renegado del él durante mucho tiempo por ser estigmatizante, ya está bien de estereotipos. Es un color positivo, que invita a la relajación, aporta luminosidad y combina con una amplia paleta de tonalidades, creando diferentes matices según interactúen.
El rosa es el resultado de la mezcla de rojo y blanco, por lo que es enérgico y tranquilo al mismo tiempo, características que lo hacen tan interesante en proyectos de distinta índole. Es un color muy versátil que encaja en ambientes actuales, ya sean minimalistas y austeros como aquellos que dan rienda suelta a su máxima expresividad.
Tradicionalmente vinculado a habitaciones infantiles, el rosa también puede funcionar en el dormitorio principal. Combinado con otros tonos neutros como el gris, beige o topo, se crea una atmósfera ligera y suave, ideal para crear espacios calmados y sofisticados. La Isla de Note aporta un toque chic y discreto. Villa by Infinite Design.
¿Quién dijo que el rosa es cursi? Su aplicación en espacios donde predominan líneas rectas y materias nobles como el mármol, que transmiten sensaciones frías, aporta calidez. En esta cocina, las formas redondeadas del taburete Magnum y la textura del terciopelo crean un contrapunto acogedor. Proyecto de Art Group by Vasilkova Daria.
Un sofá rosa es una valiente apuesta que no tiene por qué ser arriesgada, ya que crea delicados contrastes con otros elementos de la estancia. La suavidad del rosa empolvado del sofá Tiptoe aporta equilibrio visual con el azul saturado de la pared, además de aportar luminosidad en espacios pequeños. Proyecto de Art Group by Vasilkova Daria.
Combinado con maderas naturales, se pueden crear acogedores rincones de lectura, ideales para la concentración y la intimidad. La butaca Tonella alcanza su máximo nivel de coquetería en este agradable rincón. Halcyon Days Apartments by Ana Locking.
Su aplicación va más allá de la intimidad del hogar. Así pues, se puede encontrar también en oficinas y zonas de espera. Las butacas Mini-Tortuga aportan un toque de color suave, y demuestra una vez más de que se trata de un color neutro que combina con tonalidades vibrantes como el azul o el verde. Regus Caesarea co-working by Orly Dekter.
Su combinación con fondos y acabados neutros crean espacios caracterizados por su sobriedad y modernidad. El punto de color lo añade los sofás Tea de Estudihac y pretende ser un alegato a la sencillez y el buen gusto, creando una experiencia cálida y distendida. Oficinas de Campari en Toronto, proyecto de Iviviviv Studio.
¿A quién no le pone nervioso una visita al dentista? Esta clínica dental ha creado un espacio urbano y moderno, a la vez que hace sentir a sus pacientes cómodos y tranquilos. La sobriedad de los materiales utilizados contrasta con los suaves volúmenes y colores de La Isla. Urban Dentist by Studio Karhard.
Sofisticado, coqueto y femenino es el nuevo el departamento de lencería de estos grandes almacenes. El uso monocromático del rosa, como seña de identidad de este espacio pensado para mujeres, crea un efecto relajado sin ser empalagoso. La Isla de Note encaja a la perfección en este ambiente. Nama Lingerie by AKSL arhitekti.
Y para espacios cuquis, este salón de belleza que transmite energía y buen rollo. Un lugar en el que tomarse un selfie sentado en una de las butacas Magnum. Nim Salón.
Combinado con acabados metálicos, este color alcanza su expresión más chic. La seductora silueta de los taburetes Magnum y la rica textura del terciopelo suman elegancia en un entorno de estética vintage como es esta barra de bar. Chester Club by Globalasento.
Por último, en el mes más rosado del año, no queremos dejar pasar la oportunidad de rendir homenaje a todas aquellas mujeres que se hayan visto afectadas por el cáncer de mama, y recomendar la emotiva exposición que la publicación francesa Ideat ha comisariado para la ocasión.
