Faces, Pion, Magnum o Link son buenos ejemplos de ello.
El diseño neoténico inaugura una era de formas suaves, divertidas, juguetonas y a veces, incluso, un poco naif. ¿Quién no quiere volver a sentirse niño de vez en cuando sin por ello dejar de ser adulto?
Tendemos a medir la juventud con cifras y valorarla por la ausencia de signos propios de la edad adulta. La juventud no es detener el tiempo, es avanzar con él con optimismo y diversión. Una forma entender la vida desde un punto de vista activo a través de las experiencias; es disfrutar de la madurez sin perder la curiosidad por descubrir y experimentar.
El mobiliario al igual que la arquitectura y el interiorismo tienen mucho que ofrecernos en este sentido ya que son disciplinas que diseñan espacios pensando en el bienestar de las personas.
La Neotenia es un término científico utilizado para describir aquellas características propias de la juventud que se pueden observar en la edad adulta. Concretamente hace referencia a esos rasgos físicos de facciones dulces, grandes ojos y mejillas redondeadas que dan ganas de pellizcar.
¿Y un diseño neoténico? En 2019 el diseñador Justin Donnelly y el arquitecto Monling Lee introdujeron este concepto en una exposición que denominaron «Neotenic Design» tras observar que muchos de los diseños industriales que admiraban tenían siluetas y proporciones propias de la infancia.
¿Cuáles son los principales rasgos en el mobiliario? Formas rubicundas, de grandes proporciones que mediante la exageración suavizan la rigidez de los objetos contemporáneos. Ya sea con piezas que puedan simbolizar rasgos animados o alterando los usos y materiales de objetos cotidianos, el diseño neoténico se caracteriza por la curiosidad, el juego y la experimentación. Faces, Pion, Magnum o Link son buenos ejemplos de ello.
Algunas de estas propuestas se concibieron durante la pandemia pues sentíamos esa necesidad de desarrollar productos que transformaran el espacio con piezas alegres, divertidas y, a veces, con ese punto transgresor y travieso tan propio de la juventud.
FACES. Nathan Yong quería volver a mostrar nuestros rostros con este diseño claramente antropocéntrico. Según la perspectiva, estos bustos se transforman en figuras abstractas. En ambos casos hacen las veces de muebles auxiliar y celebran la creatividad sin restricciones.
LINK y LOOP. Junto a Raw Color planteamos nuevas formas de sentarse. También responden a esa necesidad urgente de socializar, tan propia de los tiempos vividos no hace tanto. Sus siluetas curvas suavizan los espacios y los hacen más amables. Dos propuestas que se basan en el cilindro como elemento formal.
PION. Un clásico de nuestro catálogo, esta familia de mesas y taburetes se inspira en las formas más naif de las piezas del juego del ajedrez. La escala de estas se agranda para dar vida a peones, reyes y reinas. Los nuevos colores para tapas y bases aportan una estética más lúdica.
MAGNUM. Jose Manuel Ferrero es un gentleman, pero con Magnum nos muestra una faceta más juguetona. Esta familia de asientos se inspira en las formas sinuosas de las copas de coñac.
ROLL. Mut adapta las formas de las máquinas para trabajar piernas de los gimnasios en una silla para descansar. Irónico, ¿verdad? Su silueta se aleja del arquetipo y transforma un objeto cotidiano en otro con un cariz artístico.
Rozando también lo artístico, estas propuestas de mobiliario con las que interactuar más allá de sus funciones primigenias brindan pequeñas dosis de felicidad a los espacios y las personas.